Los nobles oficios

LOS NOBLES OFICIOS  (2011)

  • NADIE ES UNA ISLA
  • RASSELAS
  • CUADRATURA
  • EL ACUERDO
  • EFEMÉRIDES
  • ÍNDICE DE LA POBREZA
  • BANDERA DE VIENTO
  • LUCIÉRNAGAS

NADIE ES UNA ISLA

1

No estás sola,

Cuando la sombra se apresure a tus talones,

Cuando la helada ponga escarcha en tu pelo,

Cuando el mundo complote contra vos,

Y el viento sople del sur amenazando voltearte,

Recordá que no estás sola.

Hay millones de humanos con vos,

Son los ancestros que deambulan por tus células,

Son los presentes que te empujan entre orillas,

Todo para que tengas al dragón por rival,

Todo para que busques al corazón por destino.

2

No estás sola,

Cuando te digan que debés salir a morir todos los días,

Cuando te adviertan que el valle es de lágrimas y las aves son rapaces,

Cuando lapiden tu rancho y te amenacen las rabias de asustados,

Vos seguí adelante, penetrá en lo oscuro…

3

¿Por qué sola? ¿Acaso todo lo viste hoy?

No digás sola, decí confundida.

Si alguien se ha reído de vos desnuda,

Decile: ¿Yo qué contigo?

4

Llorá todo lo que puedas pero no tanto como para que dejés de poder.

Vos no sos la esclava del mundo, vos no sos la salvación del mismo.

5

En los noctámbulos, en los ajedrecistas y en el trapecio,

Hay una oración para cada sueño,

Yo sueño que no estás sola,

Una palabra de aliento a prueba de temblores,

Temblás porque estás viva.

Estás viva porque una vez dos temblaron para vos.

6

Los pobres (de algo) te regalan su…

Para que lo acompañes,

Para que pises el suelo de los que resisten,

Así también vos resistís.

7

No estás sola,

No tengás temor de respirar,

Olvidá los manuales, los partidos, las ideas de fracciones.

No estás sola,

Aunque hayas nacido y vayas a la muerte en soledad,

En el medio, existe esta extraña especie llamada seres humanos,

que te declaran la guerra cuando los amenaza la vida,

y te convidan pan para que no tengas más muerte.

Si no fuera necesaria la compañía, solo existirías en tu pensamiento.

8

Como el mar a las islas,

Como la luna al mar,

Como el sol a la luna,

La relación hace al puerto.

(Col de avid rajamana letavavid).

RASSELAS

1

Los que dicen buscar en el interior, cuando lleguen se darán cuenta que hay un cartel al fondo que reza: La salvación está en el otro.

Los que dicen buscar en el viaje el camino de la redención, se darán cuenta que en la lejanía hay un cartel que avisa: Vale más el reencuentro.

Los que dicen que hay que ser egoísta para sobrevivir, sabrán entender que hay alguien que tiene que dejarlos ser para que ellos hagan.

Los que quieren salir de la oscuridad por las suyas, sabrán que no les bastará con la espada si no hay un otro que sostenga la antorcha.

Los que creen que nadie puede hacer nada sin la ayuda del prójimo, sabrán que los otros esperan a veces que uno haga algo y luego harán ellos.

Los que pretenden un futuro luminoso, llevan consigo cenizas del pasado.

Los que se piensan demasiado, gota a gota dañan su presencia.

Los que pierden lo espontáneo, ceden pronto a sus puntuales vicios.

Los que defienden una imagen, más atacan un movimiento.

Los que no oyen al corazón, no ven más que lo visible,

Los que no oyen a la razón, serán arrasados por lo indivisible.

2

Adentro tuyo hay un espejo final que te dice busca afuera,

Y afuera se termina siempre con preceptos del orden de persigue adentro.

3

Típico ying yang, historias hechas a base de jirones de experiencias,

Paradojas condenadas a ser prolijamente coherentes,

Mentiras que son piedades, glorias que borran la infamia.

Es la vida quien dicta su única regla: “Despliega tu muerte”.

Hay que aceptar esto con valor, con alguna fe,

Porque la muerte tiene por dominio todos los extremos del nombre.

CUADRATURA

1

Hay una fuerte tentación,

De creer en Dios, de no creer en él.

De saberse impelido por el accidente, de sentirse empujado por la voluntad.

De suponer que el destino tiene las cosas planeadas,

De suponer que el caos nos seduce lentamente hasta matarnos.

Hay una fuerte tentación,

De pensar que hay maldiciones sólo para ser indiferentes a nuestra culpas.

De no compartir con alguien que nos dio amor sólo por mantener al dolor por consuelo.

De no ayudar al otro por temor a una repetición que revele nuestra mentira.

De enseñarle para enorgullecernos, de quitarle para arrogarnos.

Hay una fuerte tentación,

De falsedad que anida cuando un puro se avinagra con el tiempo,

De verdad si acaso el encanto nos obliga a la tierra sin astros por espuma,

De vivir catástrofes para no soñar pesadillas,

De recordar tanto al presente por el espanto que aviva el pasado,

De fiarse en lo efímero cuando la historia necesita de eslabones.

Hay una fuerte tentación,

De vivir justificando males como de andar renovando errores,

De observar las corazonadas de la derrota cada vez que el impulso gana,

De precipitarse en el vacío cuando el hábito es el de ser vencidos.

2

Si el miedo o la astucia te han dinamitado las esperanzas,

¿Será porque lo demasiado joven que en vos habita,

Ahora sabe que la decrepitud espera,

Y porque lo demasiado viejo que en vos yace,

Ahora comprende de lo que nunca ha terminad de nacer?

3

Me veo envejecer hasta llegar a joven.

Existe otra fe que no está hecha de esperanza como tema,

Sino de aceptación como tono.

Aceptación que entiende que lo dicho es muy pobre y lo hecho muy vago,

De allí que, antes los infortunios de la vida como ante las fortunas de la misma,

No bastará con decir todo pasará, ni alcanzará con creer en un eterno retorno.

No es suficiente paliar al terror con Maktub,

Ni tampoco servirá sobreestimar los atributos humanos.

Porque ante las tribulaciones y las alegrías,

Los apremios y los premios,

Las deformidades y las perfecciones,

El regocijo y la duda,

El dolor y el amor,

Un grito se posa ante al abismo:

Eppur si muove.

Eppur si muove,

En el asombro de la noche,

En la magia de los encuentros,

Hasta en la pasión de lo altísimo y lo bajísimo,

Sobre un viento que vuela,

En medio de dos oquedades.

Eppur si muove,

Pidiendo tormentas,

Sepultando a los muertos,

Sanando al enfermo con cieno.

Conociendo los límites, recordando los dones.

4

Bienaventurados los que se adentran cada vez más en el silencio,

Porque escuchan la existencia de los muertos trabajando por la vida.

5

¿Has pensado en el suicidio seriamente?

Cuando una deuda, una estafa, una traición, un desamor,

Una encrucijada, un pecado, una tentación…

Si lo has pensando habrás visto el cartel:

“Por aquí también han viajado los maestros”.

Maestros que no se rasuraron la cabeza con una bala.

Ni se quedaron a morir junto a la intemperie de los chacales…

Héroes que ante el pavor, reconocieron su cansancio.

Las condiciones fueron difíciles,

No sólo les faltó fuerza sino también se enfrentaron a lo más fuerte.

Pero las espadas que brillaban de oro cortaron los lazos de plata.

Los mandobles pusieron entre la piel y la sangre, al sol.

Y el dibujo del jinete, superó al del errante.

Por eso cuando volvieron,

Lo primero que hicieron,

Fue contarlo en las antiguas tiendas,

para compartir en la somnolencia y dejarse ver entre los campesinos

que por una tarde y cinco más no trabajaron.

6

Te propongo que pongas una lápida que señale “hasta aquí mi llanto”,

Más allá es propiedad no tanto de quién,

Basta con saber que no hace más falta perder energía,

Porque donde la nieve domina, el hombre duerme junto al hombre…

Si quieres, pon un lucero que brille para recordar que “hasta aquí la visión”,

Más allá es propiedad no tanto de quién,

Basta que no pierdas más energía en eso,

Porque también se escribe que donde la tiniebla es espesa,

el hombre come agradecido en el plato del huésped.

EL ACUERDO

Entre mi representación inteligible,

Su presencia sensible,

Y tu formación imaginal,

La sanación es eso que queda ahí.

Entre mi credo veraz,

Su simulacro verdadero

Y tu andadura que oscila,

Emerge la aquiescencia.

Entre mi trascendencia,

Su inmanencia,

Y tu mismidad,

Amor y temblor, coito y parto.

Entre mi ley Maktub,

Su libre arbitrio,

Y tu Eppur si Muove,

Ver los auspicios que rondan.

Entre mi voluntad,

Su deseo,

Y tu tentación,

Es la libertad cuando implica apertura, potencia y creación.

EFEMÉRIDES

Cómo ibas a saber, Benjamin, que mañana no era mucho tiempo y la frontera se te iba abrir de par en par. Cómo ibas a saber, Perceval, qué hoy era el único tiempo y estaba esperándote el rey para que liberes el hechizo cuando se te dio la espada. Cómo ibas a saber, Nina, que necesitabas del mal para salvarte, que un cisne blanco era pedir demasiado poco. Por qué dices que fluyes, Justina, si sólo tienes la cabeza baja, si te adjudicas una virtud para negar el vicio que te aqueja. Por qué dices que remas, Aguirre, si sólo estás metiéndole barro al bote. “Permíteme poner mi capa como almohadilla”, le pidió Heracles a un tal Atlas. “No es nuestra inteligencia sino nuestro trabajo el que nos hace fuerte”, escribió alguna vez Quiroga. «¿Dónde está la iluminación?», interrogaron los japoneses al zen. «Mantente entre el más y el menos», apuntó un Tao. «Donde está el fuego, está la piedra y el águila», enseñaba Grecia. Quien trabaja con clavos, fantasea con cruces, sobre todo si es cristiano. Quien ama, ha enloquecido, sobre todo en Verona. El converso Gautama no se detuvo en lo noble, ni se precipitó en la humillación. Rassellas supo que la vida no actuaba por causa sino por impacto.

Los chamanes curan cuando el río sabe, los médicos académicos operan donde el cielo no reza. Un loco piensa que basta llamarse Napoleón para conquistar Europa. La seguridad de la realeza o el amor al ciprés, el capital o el reposo, el movimiento que produce o el vacío que admira. El futuro no estaba adelante, estaba al costado.

Escuchá: Resignate a ser valiente. Vida se dice coraje.

ÍNDICE DE LA POBREZA

Por más dulce que seas, palomas en la cartera se te van a morir de asfixia.

¿Qué conclusión sacarías vos, si das cuenta que todos ambicionan ser dioses alguna vez,

Pero todos terminan con sus cuerpos amortajados?

Aún una mariposa que se suelta tendrá sus momentos de nostalgia por volver a ser la oruga adosada al árbol.

«Si más te dan es para mejor comerte», me dijiste.

«Y si más te quitan será para más barato comprarte», nos dijiste.

«Las fantasías se han vuelto miserables», ellos dijeron.

“¡Yo quería una niña!” escuchó Melchor sin distinguir quién lo dijo.

A propósito, si te cruzas con Artabán,

Contale que encontrarse con él en el desierto,

Vale más que tres camellos de mal agüero.

Mostrame un redentor y te enseñaré un infanticidio.

Judas quiere sentir una vida común, desiste de ver un milagro tras otro.

Mientras, en otro lado del planeta, acecha un tigre de Malasia que le enseña a un venado lo que es el destino.

BANDERA DE VIENTO

Dormir nunca encuentra al despierto.

En una flor de loto expresa el pantano su belleza.

La adicción pide más de lo que necesita.

Tenés la cruz junto con la menorá,

Te entusiasma el Popol Vuh pero te orienta La evolución de las Especies.

Oís la voz de la consciencia, la voz acusmática, la voz de los pájaros:

«No venimos de un animal sino de todos,

no somos lineales sino fractales,

no tenemos tiempo sino que nos adueñamos de un minuto».

LUCIÉRNAGAS

Todo lo que se nombra vive, todo lo que vive necesita una familia para arroparse.

Nadie vive más que su sombra.

Si la pregunta ataca a la respuesta,

simula buscar lo que describe en favor de la quietud,

cuando ama más la metáfora porque la devuelve nómade.

Somos metáforas presumiendo literalidad.

Todo aquello que llega danzando nos difama;

nos hace sentir ganado, la mitad de un pavo real.

Guardo para mí, un puñado de luciérnagas.

Dentro de una botella,

Tengo mitad de la noche encendida.